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This collection includes works produced by persons who are not members of UPRM's academic community but who have created the work in collaboration with UPRM or presented the work in a UPRM event. Items found here may include conference presentations, posters, articles, reports, and other kinds of scholarly products.
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PublicationEl realismo popular en el Atlántico hispano (1808-1825): historia y memoria( 2021-03-04) París-Martín, ÁlvaroLa crisis de 1808 en la Monarquía Hispana abrió un ciclo de guerra civil y movilización armada que no sólo dio lugar a las culturas políticas liberales y republicanas, sino también a una respuesta realista o fidelista que fue capaz de aglutinar un notable apoyo entre los sectores populares a ambos lados del Atlántico. Quienes lucharon en nombre del rey no siempre buscaron restaurar la vieja sociedad del Antiguo Régimen, sino que fueron capaces de renegociar sus vínculos con la monarquía y expresar sus propias demandas. El realismo popular fue una estrategia política coherente, a través del cual los sectores populares negociaron su lealtad a cambio de concesiones concretas en función de lo que percibieron como sus propios intereses. Este realismo popular tuvo significados diferentes en función del contexto analizado, puesto que en la España Peninsular el realismo fue por definición antiliberal y contrarrevolucionario, mientras que en América fue compatible con las reformas constitucionales. Por encima de estas diferencias, sin embargo, encontramos rasgos comunes que nos permiten caracterizar el realismo popular transatlántico atendiendo a un doble origen. Por un lado, se asentaba en el imaginario monárquico y la cultura jurisdiccional del Antiguo Régimen, en virtud de la cual la relación entre el rey y los súbditos estaba regida por vínculos de reciprocidad asimétrica. Por otro lado, el realismo popular estaba profundamente ligado a la experiencia de la guerra civil desatada por la crisis de 1808 y la participación de los sectores populares en los ejércitos, milicias y guerrillas que combatieron en nombre del rey. El servicio militar que prestaban los súbditos al monarca debía ser recompensado a través de contrapartidas concretas, como la libertad (en el caso de los esclavos), el fuero militar (en el caso de los milicianos), la obtención de una paga, la preservación de la autonomía de la comunidad local, el respeto de las normas comunitarias, la atención a sus reivindicaciones materiales o el reconocimiento de un estatus en el seno de la comunidad. Quienes combatieron en el bando realista se sintieron merecedores de favores, distinciones y privilegios, exigiendo contrapartidas a cambio de su fidelidad, que abrieron la puerta a la expresión de las demandas y objetivos particulares de los actores populares implicados en la lucha. El realismo popular fue una forma de ascender socialmente, obtener ventajas materiales y perseguir beneficios concretos, al mismo tiempo que conformaba un imaginario político, dotado de expresiones simbólicas y culturales, fraguado a través de la experiencia de la guerra civil. De este modo, aunque los combatientes estaban motivados por causas concretas, quedaron inmersos en una lucha transatlántica entre dos bandos irreconciliables. Los conflictos locales se proyectaron en un antagonismo entre revolución y contrarrevolución, en una batalla de dimensiones globales que se lidiaba a ambos lados del Atlántico. Tradicionalmente, el apoyo de los sectores populares al bando realista o fidelista se ha explicado a partir de la manipulación de las élites, la ignorancia de los grupos subalternos, las inercias de la sociedad tradicional y la “falsa conciencia”. En América los fidelistas fueron presentados por las historiografías nacionales como los traidores y los vencidos, por lo que sus experiencias quedaron excluidas de los relatos historiográficos dominantes. En España, los realistas fueron caracterizados como campesinos ignorantes o un lumpenproletariado urbano víctima de la manipulación y el soborno, representantes de una España negra encarnada en el mito del “vivan las caenas”. La recuperación del realismo popular como sujeto de estudio transatlántico, nos permite redescubrir una vía de politización alternativa al modelo liberal-republicano, a través de la cual sectores plebeyos, esclavos, indígenas, mestizos y femeninos participaron activamente en las nuevas formas de hacer política durante la Era de las Revoluciones.